sábado, 14 de enero de 2017

UN TIEMPO QUE NUNCA HUBIERA QUERIDO RECORDAR

Buenas noches: Aquí andamos con un trancazo, afortunadamente sin fiebre pero que agobia, en fin croe  que un lindo paseo en moto el miércoles pasado a propiciado que pasará frío y como consecuencia resfriado, en fin, paracetamol, leche caliente con miel y espero y deseo en que en menos de una semana me lo haya quitado de encima.  A  pesar de eso a sido un buen sábado en los que he disfrutado en una bonita población costera de la costa alicantina, y con muy buena compañía de amigos, eso si, he comido para un mes, que manera de tapear, estaba todo tan rico.
El titulo de este post, es para relatar mi experiencia en la cual en la zona donde vivía con mis padres, convivimos con las prostitución y las drogas. Era la zona centro de Alicante, y sinceramente fue una época dura y difícil para mis padres, ya  que mi hermana y yo salíamos y la verdad con peleas y puñaladas y alguna historia mas era bastante preocupante, tanto que mi padre se llego a plantear cambiar de casa.
Recuerdo eso los gritos de socorro que alguien llame a la policía a altas horas de la madrugada y como se oían las palizas, como había minutos después sirenas de ambulancias y policía y como aquello era muy de continuo, daba igual el día y la hora.
También se me han grabado dos escenas en la mente que no he podido borrar, dos y no se cual de ellas mas dura. La primera fue a mi pobre abuelo paterno, volver de sus paseo matinal, muy blanco y como el pobre después del susto, relatar como una prostituta le había ofrecido sus servicios, hablamos de una persona de ochenta años y con altas creencias religiosas, en fin, fue muy duro ver la cara desencagada de mi pobre abuelo.
Por otro lado recuerdo, a una chica que no tendría ni los dieciocho años, con un bebe recién nacido en brazos y que no se tenia en pie entre lo que se metía en el cuerpo y las palizas, porque no solo se convivia con la prostitución si no también con las drogas, en fin la respuesta ante tal escena fue muy clara a mi madre ¿porque no llamamos a la policía? respuesta no van a poder hacer nada, yo seguía pensando que si, pero era yo menor tenia diecisiete años y claro poco podía hacer, en fin muy duro.
Los comercios también se vieron afectados y recuerdo como quemaron vídeo club, pensamos que fue por las repesarías porque comerciantes y vecinos se manifestaban casi todas las semanas para que el ayuntamiento alejara a las prostitutas de allí, cosa que fue después de siete largos años, mientras tanto fue muy duro, eso si también he decir que las prostitutas y los chulos a los vecinos que convivimos  a la fuerza con ellas jamas nos molestaron, solo era las molestias de todo lo que rodeaba a ellas.
TERESA
ENERO 2017

12 comentarios:

  1. Un sitio duro para vivir. Me recuerda, como me has comentado, la novela "Lumpen" de Paco Gómez Escribano que acabo de reseñar para Revista MoonMagazine. Aunque hay tantos sitios así... Experiencias que nunca podrás olvidar.
    Un beso.

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    1. Muy muy duro y con mis padres teniendo dos hijas adolescentes que salian con lo que eso comportaba, la convivencia, mi abuelo sobre todo que no entendía el porque tenia que soportar auqello en fin fue muy duro, pero al final después de siete largos años de lucha vecinal conseguimos que se marcharan al extraradio de la ciudad.
      Y desde luego es una experiencia inolvidable porque ver cosas duras e salgo que no se te borra de la mente nunca. besos.

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  2. Realmente, debe ser muy duro vivir en un barrio conflictivo e inseguro. De niño, yo vivía con mis padres en un barrio sencillo, de clase trabajadora, pero no existía ese ambiente en la calle, ni de noche ni de día. Pero, a los 13 o 14 años, solía ir a casa de un amigo y compañero de clase que vivía muy cerca de lo que se conocía en Barcelona como "el barrio chino". EL caso es que debía recorrer algunas calles en las que sí habían prostitutas deambulando y algún que otro "camello". Tan vergonzoso era yo que cuando veía a alguna de aquellas mujeres cambiaba de acera porque no quería que me dijeran algo, y tan inocente era también que un día un joven me dijo si quería "chocolate" y, aunque dije que no, por si las moscas, no entendía qué hacía alguien en la calle vendiendo chocolate a la gente. Al cabo de pocos años entendí a qué tipo de chocolate se refería.
    Un abrazo.

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    1. Te imagino lo mal que lo pasarías pues imaginate ver y soportar situaciones desagradables durante siete largos años, en fin, menos mal que aquello se acaba a dios gracias la zona en la que ahora vive mi madre, a remontado afortunadamente. un abrazo

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  3. Debe de ser desagradable vivir con ese ambiente todos los días. Yo estuve en Barcelona una vez y un taxis nos llevó a un hotel en el centro, donde la prostitución estaba latente en ese lugar. No pude dormir en la noche y lo que vi desde la ventana no me gustó nada. Un abrazo

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    1. Te entiendo perfectamete y por desgracia en una de las visitas que he hecho a la ciudad condal también me paso lo mismo y aunque estaba acostumbrada por lo que vivía yo, tampoco pude dormir, es algo que aunque lo vivas no puedes. un abrazo

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  4. Pues si es un poco duro vivir en un barrio asi, de verdad.... me quedo por tu blog siguiéndolo y yo que también tengo uno pues te invito a el, besos...

    http://estoyentrepaginas.blogspot.com.es/

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    1. Millones de gracias por pasarte y quedarte.
      Es muy muy duro, pero afortunadamente la zona a mejorado muchisimo y para bien, pero mientras vivimos esta situación fue horrible
      un beso. tere

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  5. Caramba, Tere. Menudas historias. Vengo precisamente de leer a Rosa y me has recordado lo que la novela que reseña, pero en vivo y en directo. No sé cuál de los casos que citas, me espeluzna más.
    Cuídate mucho. Yo también he estado unos días a base de paracetamol ;-)
    Un beso

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    1. Aqui andamos Chelo que no acaba de irse el resfriado, creo qu elos siete dias no me los quita nadie, pero tendremos paciencia otra no me queda, pero ya parece que va mejor, muchas gracias.
      Te puedo asegurar que tan duro fue ver a aquella chica con un recién nacido en brazos que no se podia ni tener en pie, o ver ami abuelo con la cara desencagada y blanco, tanto una como otra fueron muy duras para mi y a día d ehoy todavía se me ponen los pelos de punta al recordar todo aquello. un beso. TERE

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  6. ¡¡¡Hola!!!! Qué duro, me recuerda a algunos sitios por los que pasé en Barcelona, Madrid o en Amsterdam, que la prostitución y la droga están muy integradas en la sociedad, tiene que ser terrible que forme parte de tu día a día.
    En La casa de campo de Madrid nosotros vimos prostitutas a plena luz del día muchas veces cuando iba o con mis padres o con mis hijos a El parque de atracciones, y a mí no me preocupaban, pero mis hijos eran pequeños y no es algo sencillo de explicar.
    Me da rabia lo de tu abuelo, nosotros somos más de hoy en día y pensamos diferente pero un señor mayor de antes...pobre.
    Un besito y qué duro, la verdad.

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    1. Fue muy duro la verdad y te imagino a ti ver a aquellas chicas y como le explicas a dos niños pequeños, es muy díficil, ya para mis padres les resultaba complicado explicarselo a mi hermano que en el aquel entonces tendría diez o once años, o sea que te entiendo.
      A mi también me dio mucha rabía porque el pobre no tenia necesidad de pasar por todo aquello.
      un beso tere

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