Los primeros medios de transporte públicos que se
implantaron en España en ciudades en vías de expansión fue entre los años
1871 y 1895, y fueron el ómnibus, el rippert y el tranvía de sangre.
Ómnibus: vehículo de gran capacidad para el
transporte público
Rippert: Ómnibus muy ligero, con la forma de un tranvía
pero incluso con menores dimensiones.
Tranvía de sangre: transporte tirado por mulas
también conocido por “tranvía de sangre”
La difusión de la tecnología eléctrica hizo que el
transporte urbano supusiera un profundo cambio .El tranvía
supuso un abaratamiento del coste del mismo y contribuyo a un uso muy elevado
de usuarios y que al mismo tiempo tuvo un gran impacto sobre la movilidad de la
población y la expansión urbanística de las ciudades.
A finales del primer tercio del siglo xx una tecnología
hibrida, el trolebús, se expandió como una alternativa más flexible al tranvía.
Pero sin embargo la aparición del autobús, con un motor de combustión interna y
la difusión del transporte privado por España, que cada vez era más usual, hizo que este medio de transporte se viera
abocado a su desaparición.
Hasta principios del siglo XXI no se recuperarían las
cifras máximas de usuarios de transporte público alcanzadas allá a principios de la década de los 70.
TERESA
FEBRERO 2016
Omnibus
Tranvia de Sangre
Nunca había oído lo del Tranvía de sangre, qué nombre más tétrico. A mi me daría grima subirme en uno, solo por el nombrecito y por las pobres mulas.
ResponderEliminarUna entrada muy, muy interesante. Gracias por compartirla. Mil besos, Tere
Qué interesante, yo tampoco sabía lo del tranvía de sangre. Me gustan mucho estas entradas culturales que nos pones, son muy interesantes, como la del lavavajillas.
ResponderEliminarBesos.