EN AQUELLA OSCURA CALLE
En
la ciudad de Sevilla había una calle que por lo que fuera, falta de
presupuesto municipal, dejadez o simplemente ahorro energético,que
manía, no se encendía nunca, y desde luego era una calle donde
vivía gente, de modo que para llegar a sus casas, tenían siempre
que ir acompañados o provistos de unas linternas o con los faros del vehículo encendidos , porque daba mucho
miedo adentrarse en aquella calle.
Una
noche cuando María y Juan volvían del cine a casa, en aquella
oscura calle oyeron voces, y precisamente no eran voces en un tono amigable no si no todo lo contrario. Al oír aquella aireada
discusión entre lo que parecía dos personas, no quisieron encender
los faros del coche y pensaron que lo mejor era quedarse dentro del
mismo y no moverse. Estaban siendo testigos de una discusión que por
lo que pudieron apreciar no eran dos personas no, si no tres, dos
hombres y una mujer. Estuvieron a punto de llamar a la policía pero
decidieron esperar un poco a ver como transcurrián los acontecimientos.
De
repente la mujer intento huir, lo dedujeron por su taconeo al andar,
pero de repente ceso el ruido de los mismos, y volvió el
silencio. Sinceramente sabían que aquella mujer estaba en peligro
pero no se decidían que hacer, si bajar del coche y hacerse los
valientes y ayudar o llamar a la policía. Al cabo de una media hora
mas o menos, o quizás más porque se les hizo muy largo, vieron como
un coche encendía los faros y salia precipitadamente de aquella
calle, y ellos decidieron rápidamente, echarse a un lado para
lógicamente no ser vistos.
Cuando
el coche se hubo alejado lo suficiente, encendieron los faros y se
adentraron en la calle, sin saber desde luego que es lo que se
iban a encontrar y sin saber si aquella mujer que había discutido
con aquellos dos hombres permanecía en la misma.
Pero
no, tanto los hombres como la mujer no estaban, habían desaparecido,
no sabían exactamente que es lo que había ocurrido pero no había
ni rastro de nadie ni de lo que allí había podido ocurrir.
Paso
el tiempo y Juan y maria no recordaban ya lo que habían oído
aquella noche en aquella calle, eso si por los comentarios vecinales
no eran los únicos que habían oído la aireada discusión entre
aquellos dos misteriosos hombres y aquella mujer. La gente pensaba de
todo que era un tema de drogas, otro que si eran dos hombres que
querrían sexo con la mujer, en fin habían toda clase de versiones a
lo que aquella noche podía haber ocurrido en aquella calle.
Al
cabo del tiempo, unos matrimonios que volvían a casa andando, se
adentraron en la calle pero estaba vez, no tuvieron precaución y lo
hicieron como lo hacían siempre con sus linternas, cual fue su
sorpresa que se encontraron a dos hombres y una mujer siendo violada
en aquel instante, la escena tan dantesca y dramática les dejo
absolutamente paralizados, no sabían que hacer. De repente, no
sabían como aquellos hombres dejaron lo que estaban haciendo y se
dirigieron a ellos, y sin mediar palabra y con navaja en mano, les pidieron todo lo que
llevaran encima, y les obligaron a desnudarse y quedarse quietos
hasta que se marcharan de allí, la mujer seguía inmóvil en el
asfalto sin fuerza alguna para moverse. Una vez habían conseguido
que los dos matrimonios les hubieran dado todo lo que llevaban encima
incluida la ropa, cogieron a la mujer y salieron pitando con aquel
coche, que desde luego por lo que pudieron apreciar era un deportivo.
Desde
luego no se quedaron quietos, dieron un grito de socorro, e
inmediatamente salio el resto de vecinos como es lógico, y por
supuesto llamaron inmediatamente a la policía para denunciar los
hechos.
No
paso mucho tiempo para que el consistorio de la ciudad acondicionara aquella calle con una buena iluminación, pero estaba claro que
siempre tiene que ocurrir algo grave para que todo vuelva a la
normalidad.
Desde
luego los violadores y ladrones que cometieron aquella barbaridad
aquella noche, después de una larga y laboriosa investigación por
parte de la policía criminal fueron detenidos, se trataba de dos
rusos que llevaban tiempo siendo buscado por diversos atracos y
fechorías, y de la mujer ni rastro jamas se supo, eso si, la policía
siempre sospecho que formaba parte de todo aquel plan o sea se puro
teatro, todo estaba bien preparado y organizado.
TERESA
OCTUBRE
2015
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