NO SE QUERÍAN
SEPARAR
Lucía y Javier, no se querían separar para dormir, pero
solo hubo algo que hizo que aquello ocurriera, lo que ninguno de los dos quería,
los ronquidos, aquellos malditos ronquidos que hacían que ella no pudiera
conciliar el sueño y tuvo ponerle remedio sin quererlo. Empezó a dormir en el
sofá, no podía pasar un mes más y llevaban solo seis de casados, era insoportable,
de modo que de inmediato buscaron la solución médica, porque no estaban
dispuestos ninguno de los dos es a dormir separados, y así lo hicieron, se
pusieron en manos de un especialista y le dio un tratamiento y aquella misma
noche ella volvió a dormir junto a él, y
parecía que el tratamiento era efectivo porque nunca más ella tuvo que dejar la
cama y así poder dormir abrazada a él.
TERESA
NOVIEMBRE
2016
Hola Tere!!!!!
ResponderEliminarEs que los ronquidos son muy molestos, yo tampoco podría dormir así toda la vida, jejejeje, pero ella tuvo suerte y se solucionó.
Besos, muy feliz finde y ánimo con esa operación que se acerca, ya verás como todo sale genial.
Besos.
Bueno, pues tuvo suerte, porque yo conozco gente que no lo ha tenido tan sencillo. Un roncador y un insomne son una mezcla explosiva.
ResponderEliminarUn beso.
Si cuando dos quieren estar (y dormir) juntos, se busca el remedio que haga falta. No se puede tirar la toalla sin agostar todas las posibilidades, algunas fáciles y otras complicadas.
ResponderEliminar¡Bonito relato, Tere!
Un beso y buen finde
Pues ya me dirás de que remedio se trata, jaja
ResponderEliminarUn abrazo.