Ya entrando en el tema de la publicación, el otro día una persona que conozco, planteaba esa misma pregunta por Facebook, y me hizo pensar.
Yo me niego a imaginar que pueda romperse el modelo tradicional de familia, aunque también es cierto que el tiempo vuela y con él, va cambiando la vida, y la forma de verla, pero no sé, me niego a que sea así.
Él comentaba que pensaba que en los matrimonios, o en las parejas el día de mañana, vivirían cada uno en su casa, sí que se ayudarían mutuamente, con la manutención y cuidado de los hijos, pero teniendo una vida independiente; sólo convivirían los fines de semana, el resto del tiempo vivirían separados, y que queréis que os diga, ¿para que tener pareja si luego no vas compartir con ella, si no vas a tener ilusiones comunes? por ejemplo como decorar la casa o qué electrodoméstico comprar, algo que para mi es muy importante. No sé, no lo veo, o quizás es que he contemplado el matrimonio de mis padres que duró 50 años, o es que soy muy, muy tradicional, pero yo lo sigo sin ver.
Eso sí, creo que por la propia experiencia (un divorcio y una mala convivencia previa) he llegado a la conclusión, y así se lo aconsejo a mi hijo, que antes de casarse, ya sea por la iglesia (cada vez ocurre menos) o por lo civil, conviva con su pareja durante un tiempo. Yo lo hice (me he casado de segundas) durante un año, para así saber si ciertamente se quiere dar ese paso tan importante; pero que dos personas se comprometan para luego vivir cada uno en una casa, que queréis que os diga: me resulta muy difícil entenderlo. Pero ya os digo los tiempos cambian y quien sabe si en un futuro las parejas funcionarán mayoritariamente así.
Cuando eramos mas jóvenes, no eran tan visibles de cara a la galería las parejas de homosexuales o lesbianas por poner el caso. Hasta aún se daba algún caso que se casaban con una persona de distinto género para disimular sus preferencias sexuales. Hemos avanzado mucho y hoy día: es una realidad que afortunadamente la mayor parte de la sociedad vive con absoluta normalidad, independientemente que tu sexualidad vaya por otro camino. De modo que, quien sabe, en un futuro cada vez más parejas adopten otra forma más de vivir el amor y aún queriéndose mantengan ambos su independencia, sin renunciar al amor, a las obligaciones y a los compromisos que ello conlleva.
TERESA
ENERO 2020
