LA NOCHE DE LAS MASCARAS
Finales de
febrero, un pueblo de la mancha, Alpera,
donde como cada año celebraban el Carnaval. La noche del sábado era
típico el concurso de mascaras y el baile, al cual solía acudir todo el pueblo,
era quizás junto con el desfile del día siguiente por la mañana lo que mas
éxito tenía.
Aquel sábado
ocurrió algo que no había producido jamás, hubo un empate en el concurso, dos
mascaras habían quedado seleccionadas como las mejores, pero lo que iba a
ocurrir depuse nadie podía imaginárselo.
La mayoría
de la gente se puso a bailar, pero los dos ganadores de aquel evento
abandonaron el lugar eso si, sin sospechar el uno que el otro mas tarde iría en
su busca.
A eso de las
dos de la mañana y no muy lejos del centro del pueblo, se oyó a la gente
gritar, y la música paró, todos se arremolinaron en una calle de las calles del
casco antiguo y es que uno de los ganadores de aquel concurso yacía en medio de
un charco de sangre, y alguien pedía ayuda. Nadie sabia decir muy bien qué es
lo que exactamente había ocurrido, un chico joven fue el que se encontró al
hombre ensangrentado y ya no sabía más.
La gente
sospechaba que había sido el otro ganador el que le había apuñalado, de modo
que un grupo se fue en su busca mientras el resto acompañaban a la ambulancia
hasta el centro de salud más próximo para atender al herido.
Lo buscaron
por todo el pueblo, hasta en la ermita de la virgen por si se hubiera refugiado
allí o en las cuevas que lo rodeaban pero después de una larga búsqueda, que se
alargo hasta bien entrada la madrugada, nadie dio con el presunto culpable: se
había esfumado, de modo que nadie tenia duda de que había sido él el que había
intentado acabar con la vida del otro resultante ganador.
La guardia
civil dio aviso de que buscaran por los alrededores, pero no obtuvieron
resultados hasta que pasados dos o tres días, con mascara incluida, se entregó
en el cuartel de la guardia civil, pero cual fue la sorpresa para la guardia
civil, que detrás de aquella mascara no se escondía un hombre, si no una mujer,
una mujer que no era conocida en el pueblo.
El herido se
recuperó y cuando le contaron que habían
detenido a su agresora no daba crédito a lo que oía, ¡era una mujer quien se
había atrevido a darle aquella puñalada que casi acaba con su vida! Y es que
detrás de una mascara nunca se sabe quien ni qué clase de persona se puede esconder.
TERESA
OCTUBRE 2015
Tantas máscaras que no vemos...
ResponderEliminarmuy cierto Maricarmen. un beso y gracias por pasarte. tere
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