Y ALLÍ ESTABAN LOS DOS, SOLITARIOS, UNO FRENTE AL OTRO, ÉL ADMIRANDO EL PAISAJE QUE LE RODEABA, ELLA MIRÁNDOLE A ÉL PENSANDO SI EN UNAS SILLAS MAS ALLÁ ESTARÍA TAL VEZ EL AMOR DE SU VIDA. TENIA QUE ATREVERSE A HABLAR CON ÉL PERO PENSABA QUE ALGO LE DETENÍA EL MIEDO O LA TIMIDEZ QUIZÁS.
TERESA.
MARZO 2017
Qué chulo Tere, esperemos que venza esa timidez y le hable.
ResponderEliminarUn besín y felicidades por esa boda que estás preparando, qué ilusión.
Muy bonito Teresa, y con tan pocas palabras. Has dicho mucho con muy poco.
ResponderEliminarUn beso.
Corto pero intenso y muy bien ideado para esa imagen tan inquietante.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Besos.
Una distancia de pocos metros, por lo que se ve
ResponderEliminarsaludos
Un texto idóneo para la imagen que has utilizado como inspiración. Muy bueno.
ResponderEliminarAbrazos de domingo.
Aquí estoy, Tere. Intento visitaros poco a poco por el orden de posts publicados que aparecen en mi lista de blogs amigos, y ya te ha tocado ;-)
ResponderEliminarLa foto me parece fascinante y las letras con las que la acompañas más adecuadas, imposible. Esperemos que esa separación física de sillas no lo sea emocional...si da el paso, claro.
Muchos besos