PARA SIEMPRE EN EL RECUERDO, ALGUIEN EXCEPCIONAL

Buenas noches, agotada después de un día intenso lleno de emoción y felicidad. Tanto mi marido y yo hemos disfrutado de una estupenda entrada de Moros y Cristianos en Alcoy (Alicante), mañana si puedo prometo colgar vídeos y fotos (Una la podéis ver como adelanto en Facebook).

El viernes,  despedimos a la suegra de mi hermano, alguien muy, muy especial que desde luego nos ha dado a todos una gran y valiosa lección. Luisa era de esas personas que se hacían querer, era política, alcaldesa de su pueblo, pero ante todo muy buena persona, hasta los propios adversarios políticos decían algo que era cierto y es que era una mujer dialogante, y me lo creo porque la he conocido. 

Su muerte me ha hecho replantearme muchas cosas, pero sobre todo no dejo de pensar algo y es que frente a la enfermedad y su estado irreversible, yo quiero tener la misma entereza que ha tenido ella para afrontar el hecho de su muerte, cómo ha querido que fuera todo y hasta cómo a tenido el valor para preparar todo lo que conllevaba su última despedida. Yo no sería capaz, me sumaría en la más absoluta depresión, pero ella no, ella todo lo contrario, y sobre todo dejo dicho que nadie llorara por ella, ese fue su epitafio. En fin, todo lo que nos ha dejado es algo que difícilmente se va a borrar en mucho tiempo, no solo en sus hijos, si no en todos y cada uno de los que hemos tenido la fortuna de conocerla. Cuando alguna vez me la he encontrado por Alicante solía decirme ¿como estas, bonica, como va todo? ¿Y el chiquillo? Es que Luisa era así, sencilla, natural, llana. 

Su muerte me lleva a reflexionar y a sacar varias conclusiones: en la vida hay días buenos y malos, días que más vale que no te hubieras levantado de la cama, días en que te preguntas por qué hoy sale todo mal, pero aún así no debemos dejar de pensar que, a pesar de todo lo negativo  que nos pueda ocurrir, la vida tiene un lado bueno y maravilloso y que si un día es malo, mañana ya vendrá otro mejor; la esperanza no hay que perderla, nunca, así debe ser siempre.

Hemos darle poca importancia a lo que no lo tiene, porque ¿de qué sirve preocuparse de cosas nimias que pueden ser un mundo cuando luego de verdad no tienen importancia? Más vale valorar lo que de verdad es importante, que la mayoría de las veces los problemas nimios y sin importancia que nos llevan a comernos la cabeza tontamente luego no son nada, absolutamente nada; los problemas de verdad ya vendrán solos. 

Que debemos querer a los demás y valorarlos siempre como se merecen desde el respeto y el cariño. Que las rencillas, rencores y malos rollos fuera, no sirven de nada, más vale llevarse bien que enfadarse con el que tienes enfrente (y más si es familia). Al final, cuando la muerte nos acecha, llegamos a la conclusión de que esas rencillas, rencores y malos rollos no nos han servido de nada, absolutamente de nada. Más vale llevarse bien con los demás que estar de morros todo el tiempo. 

Que hemos de disfrutar de nuestra existencia el máximo posible, porque la vida es en sí frágil, hoy estas aquí y mañana quién sabe, por eso procuremos sacar lo mejor de ella, es lo que nos vamos a llevar. Reír a carcajadas, leer un buen libro, disfrutar de la compañía de los demás, hay tantas y tantas cosas que nos ofrece la vida. 

Quiero que siempre Luisa sea mi guía para que  si alguna vez, ojala que no, me toca pasar por algo muy doloroso como es una enfermedad, sea capaz de asumir que la muerte es parte de la vida, y que así hemos de aceptarla; que sea siempre honesta, leal y respetuosa con los demás como ella lo ha sido con los que la han rodeado y que, cuando me llegue la hora de partir de este mundo, me vaya pensando en todo el bien que he hecho a los demás y la huella que mi persona haya podido dejar en ellos.

Que tenga la certeza de quienes me han querido sientan que han conocido a una buena persona, como lo era Luisa. No sólo fue una gran política, fue un excelente ser humano que dejó una huella imborrable en todos aquellos que la conocimos.

Siempre en el recuerdo Luisa. 

TERESA 

ABRIL 2018