“ERAN DOS”

Habían nacido casi al mismo tiempo, por lo cual eran gemelos.

Uno fue muy estudioso, y hoy es un brillante abogado en Barcelona, ciudad natal de los dos, Josep, tiene un buen bufete de abogados y esta muy bien considerado. Tiene una esposa a la que adora, Marina, y una niña de cinco años.

El otro Miquel, fue todo lo contrario a su hermano, un desastre en los estudios, y uno debía de tirar del otro, y Josep lo intento muchas veces, pero hasta que se canso. Y por desgracia con la adolescencia se junto con muy mala gente y acabo en la cárcel por problemas de orden público y por drogas.

Su hermano, no quiso nunca defenderlo; se negaba una y otra vez, pese a la insistencia de su mujer y su madre, pero tuvo que ceder, ya  que en el lecho de muerte se lo juro a su madre, ayudaría a Miquel.

Así fue como en una de esas llamadas avisando de que se hallaba en la cárcel una vez más, fue, y le visito, y le dejo clara una cosa, le iba a ayudar pero si no hacía lo que le aconsejara en todo momento, lo dejaría y se tendría que buscar la vida para defenderse.

Así fue Miquel tomo la decisión de una vez por todas, y visto que aquella promesa venia de su madre en el lecho de muerte, aquello le impacto, decidió ponerse en manos de su hermano.

Tiempo después, salio de la cárcel y gracias  a su hermano, encontró trabajo, y de momento vivía con su hermano su cuñada y su sobrina, pero tiempo después su hermano llego un acuerdo para cederle la vivienda donde había vivido su madre, él renunciaba a ella, pero con la promesa de que lo vigilaría muy de cerca, él le dijo que había tomado la decisión de no  volver atrás, ya que ni él ni lo que tenia ahora se lo merecía.

TERESA

JUNIO 2019

Os traigo un relato que escribí hace un par de días, no se si es el verano no se lo que es pero desde luego últimamente estoy inspirada pues os lo comparto, espero que una vez más sea de vuestro agrado. 

Feliz media semana.