EL FARO
Sonia bajaba a la playa cada noche a dar un paseo, especialmente las noches de verano, en invierno se conformaba con contemplar el mar desde su ventana en la costa almeriense, en la que llevaba viviendo muchos años, desde que se separo, huyendo de su ex.
Una noche del mes de julio y en plena luna llena se disponía a dar su paseo como cada noche, eso si acompañada de su perro Aries, como solía hacer siempre, era una buena compañía y le gustaba dar largos paseos y aunque acababa agotada, daba igual, lo agradecía mucho tanto su perro como ella.
Pero como iba diciendo, nuestra protagonista se disponía a pasear como cada noche, pero aquella le gustaba especialmente, porque la luna se reflejaba en el mar y era de una belleza espectacular.
Andaron un buen trecho, desde mas o menos a la altura de su casa hasta la punta de la playa donde había un faro, que debió de hacer su función en algún tiempo, pero que ahora no desempeñaba ninguna,llevaba abandonado mucho tiempo. De repente Aries empezó a ladrar como una desesperada, no lo había hecho nunca y esa noche inexplicablemente ladraba como si algo ocurriera en aquel faro. Ante tanto ladrido Sonia no sabía bien como actuar, si acercarse o alejarse de allí, cosa que intento pero su perro hacia todo lo contrario, tiraba de ella para acercarse a aquel faro, desde luego no le quedo mas remedio que hacerlo, ya que la fuerza de Aries pudo con ella.
Según se aproximaban al faro los ladridos de Aries eran cada vez mas intensos, Sonia tenia miedo, pero estaba intrigada y quería ver que demonios ocurría en aquel faro, que hacia que su perro se hubiera puesto a ladrar y querer aproximarse.
Cuando se acercaron cual fue su sorpresa ,que allí había un cadáver, que no debía de llevar mucho tiempo allí, ya que Sonia lo toco y estaba caliente, de modo que no hacia mucho que lo habían dejado. Pensó en llamar a la policía, pero cayó en la cuenta de que el móvil se lo había dejado en casa, de modo que no tendrían mas remedio que volver a casa y llamar a la policía.
Así lo hizo, volvieron a casa, eso si, soportando todo el camino el ladrido de su perro, que no dejaba de ladrar, le costo mucho tranquilizarla, y no lo consiguio hasta que se aproximaban a casa, , y ella respiro un poco mas tranquila, aunque no mucho dada la sorpresa que se habían llevado en aquel faro.
Llamo inmediatamente a la policía y esta quedo en que pasarían por su casa y les guiaría hasta el faro, donde había hallado aquel misterioso cadáver.
Pero sucedió lo inesperado, cuando Sonia acompaño a la policía al faro, no había rastro alguno de aquel cadáver, había desaparecido, y esta les juro una y otra vez que aquel cadáver estaba allí, pero no tenia ningún testigo que pudiera confirmar que efectivamente allí había un cadáver y además caliente, solo los ladridos de su perro podían confirmarlo, pero no servían de mucho, desgraciadamente.
La policía le dijo que no se preocupara que vigilarian aquel faro durante toda la noche por si veían algo extraño.
Sonia no lo podía creer, habían sido testigos tanto Aries como ella de que allí había un cadáver y ahora el cadáver había desaparecido resultaba curioso.
A los pocos días, Sonia volvió a hacer el mismo trayecto al faro, su intriga, le hacia volver , y así lo hizo, pero cuando llevaban mas o menos mitad de camino, vieron luces a lo lejos, era la policía. Se acercaron y no podían pasar, habían acordonado todo el perímetro del faro y los alrededores. Sonia pregunto a un policía que es lo que había ocurrido y le dijeron que dos cadáveres habían sido encontrados aquella tarde. Ella le explico al agente de la policía que días antes ella había encontrado un cadáver allí,pero de repente los policías que la atendieron la noche anterior la vieron y la dejaron pasar, le mostraron a los dos hombres que yacían junto a la puerta de entrada al mismo, y al ver uno de los cadáveres lo reconocio al instante, era el mismo que días atrás ella y Aries habían visto, y así se lo hizo saber a aquel policía. Dada las circunstancias, tuvo que ir a comisaria a declarar pero afortunadamente no levantaron sospecha alguna sobre ella, solo fue declarada testigo de aquel crimen.
Días después, detuvieron a tres hombres de nacionalidad marroquí que estaban implicados en un atraco a mano armada en la zona, y por lo que desvelo la prensa, los dos hombres encontrados en el faro y de la misma nacionalidad, hacia varias noches, eran traficantes de drogas que hacían negocios con estos dos detenidos y debieron de cargárselo debido a un desencuentro entre ellos o algún ajuste de cuentas .
Sonia decidió que nunca más se acercaría a aquel faro, no quería recordar un episodio tan desagradable, pero tiempo después el faro se puso en funcionamiento, abrieron una cafetería y poco a poco fue olvidandose de aquello, y muchas noches cuando acababa su paseo, se acercaba al faro a tomar una copa, además el dueño le resultaba muy atractivo, de modo que tenia un motivo para volver al faro.
TERESA
OCTUBRE DEL 2015